miércoles, septiembre 27, 2006


Hace tiempo que no escribo: el parate veraniego, la necesidad de tomar distancia... Sin embargo, la realidad nos golpea muy fuerte y parece que este año los del Ministerio se han tomado en serio a la Universidad y están sacando todas (creo) la mayoría de las cuestiones pendientes.
No voy a redundar en la descripción, solamente comentar que continúo teniendo muchas reservas frente a todo esto, porque en las universidades suele pasar que: a- siempre mandan los mismos, b- no prima el criterio de hacer mejor las cosas, sino de quién las hace y para qué; c- las peleas por ocupar espacios de poder ciega las mentes más preclaras en detrimento de la formación y la construcción del conocimiento....
Para muestra falta un botón, miremos lo que pasa en algunos departamentos como lo expone Vanity Fea.
Recnozco que la institución requiere un esfuerzo enorme de diplomacia y análisis de los recovecos para poder sobrevivir, pero no quiero que nos vendan la moto de la panacea, del no va más con esto de convergencia. Desde el punto de vista político-económico está respondiendo a medidas muy ligadas al neoliberlismo y a la privatización, con lo cual podremos caer en que estudiarán quienes tienen, sobre todo postgrados. Desde el punto de vista del cambio metodológico, las cosas se dificultan todavía mucho. Las estrucutras en las que estamos no nos deja movernos con facilidad, y no sabemos si los nuevos planes de estudios, serán reflejo de todo lo que tenemos hasta el momento: un diseño currricular compartimentalizado (cada uno es dueño de una parcela de conocimiento), con horarios rígidos, elaborados por mentes rígidas tambien. ¡¡¡¡¡Y esto en la sociedad del conocimiento¡¡¡¡¡¡
Por ejemplo: ¿cómo hacer una propuesta interdisciplinaria en un contexto organizativo de horario mosaico, en donde cada profesor/a es dueño de su hora y de su aula? ¿Como desarrollar alguna propuesta de innovación si te la impiden, porque se superpone una hora y el vicedecano de turno no quiere hacer el cambio correspondiente?
En resumen, lo instituido en la docencia universitaria entra en contradicción con la mayoría de los planteamientos que devienen de Bolonia, y de eso se está diciendo muy poco por el momento.